Juez denuncia ser perseguido (EL TIEMPO)
El juez segundo laboral del circuito, Rubén Fernando Morales Rey, uno de los juristas más contendientes en la defensa de los funcionarios de la rama judicial bumanguesa, se vistió de inquisidor en el Palacio de Justicia de Bucaramanga, con el fin de hacer una protesta ya que afirma sentirse perseguido y amenazado de muerte.
El protagonista de este episodio salió por los pasillos del tribunal con una toga roja, haciendo sonar campanas y alegando cantos de protesta, en los que afirmaba que:
"Venimos a hacer una celebración de exorcismo por el alma de Rubén Fernando Molano Rey, perseguido por este tribunal por obrar correctamente"
En la campaña presidencial de este año, Morales, en su calidad como juez, no quiso aplazar un proceso laboral en contra de una de las empresas del ex candidato, Rodolfo Hernández, caso en el se despidió injustamente a un celador y Hernández tendría que pagarle 170 millones de pesos, motivo por el cual Morales asegura que comenzó la persecución y acoso laboral.
"Condené a Rodolfo Hernández y su empresa, me ha traído consecuencias. Me tocó tomar una decisión difícil, yo lo condené a pagarle una pensión a un viejito que no le pagó, soy un juez laboral, no penal", explicó el togado.
Morales afirmó que le ofrecieron inicialmente 500 millones de pesos en coimas para aplazar la diligencia procesal y que posterior a eso, la cifra aumentó a 1.000 millones.
Además, dice que a pocos días de su pensión es víctima de persecución judicial y política ya que el tribunal le abrió 14 procesos disciplinarios y ha recibido amenazas anónimas de muerte.
En la últimas horas, el jurista renunció a ser juez laboral del circuito para interponer las denuncias correspondientes y mostrar la evidencia con la que cuenta sobre la persecución judicial y política de la que es víctima.
En Twitter: @JusticiaET
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