Uribe ABSUELTO
¿Nos creen ingenuos? Aquí no hay mérito alguno, ni virtud del condenado Uribe, y mucho menos un gesto de lealtad con la justicia. Todo esto fue fríamente calculado por sus abogansteres. No se trata de un gran mensaje de respeto a la justicia: ellos ya conocían el fallo absolutorio del tribunal. Esta renuncia a la prescripción no es más que un montaje, una jugada de abogados, porque si algo ha caracterizado a Uribe y su defensa es la deslealtad y la dilación.
Ahora, con cinismo, pretenden vendernos una supuesta demostración de lealtad. No nos crean tan vivos: tienen en el bolsillo la absolución. De lo contrario, ¿quién en su sano juicio renunciaría a la prescripción? Nadie lo haría, salvo para montar una fachada propagandística de “respeto” a la justicia, que al final solo busca réditos políticos sin arriesgar nada.
En cada palabra de sus abogansteres y de ciertos periodistas se percibe el filo de la deslealtad.
Conclusión:
Si durante cinco años la estrategia fue siempre la trampa, la dilación y la falta de respeto a la justicia, ¿quién puede creer que, faltando apenas un mes, Uribe y sus abogados se hayan convertido de repente en hombres leales? ¿Milagro? ¡Milagro!
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